La Fiesta de la Cruces nunca abdicó de su origen religioso. La procesión con las cruces de las 89 parroquias del municipio, que se celebra en el festivo local, es una de las insignias más destacadas de la romería. El sacerdote de Barcelos, Abílio Cardoso, considera que la relación entre la vertiente religiosa y la profana es pacífica.
La vertiente religiosa sigue muy presente en la Fiesta de las Cruces.
Me alegro de ver reconocida la parte religiosa en la Fiesta de las Cruces. De lo contrario, la fiesta carecería de sentido. Esto es reconocido por las autoridades que la promueven e por la gran mayoría de la población, que jamás entendería que se eliminare dicho componente religioso. Como párroco de Barcelos, a quien los promotores de la fiesta han solicitado colaboración directa, participo con mucho gusto. La parte religiosa es el punto de partida de todo. El templo del Señor de la Cruz es una insignia para todos los barcelenses. El patrimonio religioso es fundamental en la promoción turística de la ciudad. El templo del Señor de la Cruz está ubicado en el Campo de la Feria, donde hace más de quinientos años, el 20 de diciembre de 1504, apareció una cruz en el suelo que fue interpretada como una señal divina. Echando la vista atrás en el tiempo, reconocemos que la historia de Barcelos está directamente relacionada con este acontecimiento. Los turistas no prescinden del Señor de la Cruz, puesto que se ha convertido en la sala de visitas de la ciudad.
Lo más destacado de las fiestas es la procesión, que se celebra el 3 de mayo. Un acto que mueve e arrastra a miles de personas a la ciudad, haciendo hincapié una vez más en el componente religioso.
La parte más importante del culto católico es la celebración de la eucaristía, que se celebre a las 12:00h en el templo del Señor de la Cruz. La procesión es lo más llamativo, dado que pasa en la calle con las 89 cruces. Este año quisimos hacer alusión al centenario de las apariciones de la virgen de Fátima con un nuevo desfile de 12 volúmenes de la Biblia, escritos a mano por más de 600 barcelenses.
Cómo gestiona la Parroquia de Barcelos la relación con el profano que obliga a la Fiesta de las Cruces?
No hay ningún tipo de incomodidad. Nos tenemos que poner en el contexto del Minho, en el no hay un único pueblo que no celebre su patrón. La fiesta religiosa local se ha hecho cada vez más popular. Las personas no prescinden de a fiesta de su santo de devoción aún en tiempos de desafección por el mundo religioso. Esto es inherente, está en el alma del pueblo, por lo que es necesario saberlo interpretar. La procesión es el elemento central de la Fiesta de la Cruces y es a su entorno que se construye el programa, que veo que con mucho gusto que eso ocurra.
Cree que Barcelos tiene potencial para el turismo religioso?
Tem. No sé si es o no el turismo religioso, pero lo que si es cierto es que hay algo que cativa a las personas. El patrimonio religioso es muy rico, pero necesita estar más cuidado y ser algo más accesible. La conservación del arte supone una gran responsabilidad. Si juntáramos el patrimonio móvil de las tres principales iglesias de la ciudad más la Casa del Meninio de Dios, haríamos un gran museo de arte religioso en la ciudad que seria una mas valía.